Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir. –Gregorio Marañón
Toledo, España
Hay veces cuando uno tiene que preguntarse si usar agua como metáfora por cómo se debe vivir es pragmático. El agua, después de todo, no planea su futuro. No piensa en dos movimientos adelante. No le importa las repercusiones de no dirigir su destino en avance. Solo se mueve—a veces rápido, a veces casi indistinguible. Solo sabe comportarse como agua, no importa si es líquido, solido, o gas. No importa si está bajando un rio, o formando una ola, o pudriéndose en una planta de tratamiento de aguas. Solo reacciona sin reaccionarse. Sin tener reacciones que sean negativas o positivas. No tiene emociones ni pensamientos en lo bueno ni en lo malo.
Hay mucho que aprender pensando en ella, pero también uno tiene que ser el ser humano que es. Uno tiene que vivir evitando consecuencias que puedan parecer más duras que las piedras que hay en los arroyos. La vida nómada suele tener etapas muy altas y también muy bajas. Experimentar los momentos más altos, los momentos de pura alegría y libertad, es lo que ánima a los que la viven, a hacerlo. Pero los momentos bajos también pueden ser extremos, y duros, y pueden durar hasta que uno no puede más. Ya he conocido a algunos que no tenían lo que hay que tener para soportarlos, pero tampoco no podían pensar en cómo cambiarlos, ni cómo vivirían sin esta libertad. Pero si alguien puede mantener la fe—aunque cada vez pueda ser más difícil—las cosas sí cambiarán. Solo hay que tener esperanza y enfocarse en salir adelante otra vez.
Entonces, cuando desde la oscuridad, alguien te dice ‘ven a España…’ tal vez tienes que pensar que no solo habla la persona, sino el universo. (Pero a este pensamiento, este alguien me respondió: ‘Eso es! Pero la persona también quiere que vengas…’) Hay que ser como agua, y no preguntarse para que estas siguiendo una ruta sin saber el destino. Hay que evaporarse desde el charco estancado, ir al aire, y bajar el rio otra vez. Sobre todo, y por lo menos, tienes que intentarlo. A veces la vida puede ser como un sueño. Hay que vivirla así.

Barrancas de Burujón

Nerja, Costa del Sol